Encuentros Causales
Aunque su destino era el parque de la Tete d’or, un súbito deseo la hizo bajar unas paradas antes, o más bien el destino la hizo cambiar de parada.
Así conocí a Germy, nadie llega a nuestras vidas por casualidad. Ella tenía que bajar en ese preciso momento por algo, para conocer a las leonesas que tres años después estarían leyendo el salmo en su boda. La vida nos regaló una bella casualidad.
Tal vez las verdaderas amistades son aquellas que sobrepasan las barreras del tiempo, pero las mejores son sin duda las que nos llegan por causalidad.
“Después de vivir tantas aventuras y recorrer el mundo, ¿no te aburres de regresar a tu ciudad tan tranquila?” Me pregunta mi amigo Teo. Le respondí “Son aventuras diferentes, pero sigo siendo la misma aquí y allá”.
Todo acontecimiento en nuestras vidas tiene la posibilidad de convertirse en una historia o una aventura.
Todas las situaciones que son suceden en nuestras vidas ocurren en el momento perfecto, aunque nos resistamos a aceptar un “no” cuando queremos un “si”. Las cosas pasan para que aprendamos una lección y sigamos adelante.
Quien quiera compartir contigo su vida lo hará, pero si no es así no permitas que esto perturbe tu felicidad. Cuando algo termina, termina y simplemente así. Ya no está en tus manos y es mejor dejarlo y seguir adelante.
Si no encuentras lo que estas buscando, tal vez estés buscando en el lugar equivocado.
Todo llega en el momento indicado, cuando estemos preparados para que algo nuevo en nuestras vidas. La clave de todo es aprender a vivir con fe, construir las vías aunque no exista un tren, porque sabemos que está por llegar.
Nosotros somos responsables de todo lo que elegimos, tus pensamientos son también una elección, tu decides que es lo que quieres sentir. Si sientes miedo significa que estas por hacer algo importante, que tomarás riesgos.
Si deseamos algo de forma tan intensa, se hará realidad.
Deberíamos escuchar a nuestro corazón, porque es necesario que manden los sentimientos, pero que la razón tenga la última palabra.
El amor llega en el preciso momento en el que decides de manera consciente olvidarte de todos tus prejuicios. La belleza del amor es que logra silenciar a la razón y al juicio.
Cuando por fin estamos en el lugar correcto formamos con todas las piezas el cuadro perfecto, aunque todos recorramos caminos diferentes en algún punto nos cruzamos ya que el amor siempre es un destino.
Tarde o temprano todas las piezas acaban encajando.
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